Preparación sencilla y versátil, donde las patatas se cocinan a baja temperatura en aceite de girasol, resultando en una textura tierna y mantecosa, sin llegar a ser fritas. Esta técnica resalta el sabor natural de la patata mientras absorbe levemente el aroma neutro del aceite.
Las patatas pochadas en aceite de girasol son una
preparación sencilla y versátil, donde las patatas se cocinan a baja
temperatura en aceite de girasol, resultando en una textura tierna y
mantecosa, sin llegar a ser fritas. Esta técnica resalta el sabor
natural de la patata mientras absorbe levemente el aroma neutro del
aceite.
Características principales:
Textura: Cremosa por dentro, con un exterior ligeramente dorado (sin la crocantez de las fritas).
Sabor: Suave y delicado, permitiendo resaltar acompañamientos como sal marina, hierbas o ajo.
Técnica: Cocción a temperatura controlada (entre 80-100°C), similar a una confit.
Usos culinarios:
Acompañamiento: Ideales para carnes asadas, pescados o huevos.
En ensaladas tibias: Mezcladas con vinagretas o vegetales.
Base para purés: Por su textura fundente.
Ventajas:
Más ligeras que las patatas fritas tradicionales, al no someterse a altas temperaturas.
Versatilidad: El aceite de girasol, al ser neutro, permite agregar después especias o aromáticos (romero, tomillo, pimentón).
Una alternativa elegante y saludable para disfrutar las patatas con menos grasa y más sabor natural.
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