Las manitas de cerdo son las patas delanteras del cerdo, un corte gelatinoso y económico muy valorado en la cocina de aprovechamiento. Se consumen en múltiples preparaciones, desde guisos hasta fritas, destacando por su textura melosa al deshacerse.
Preparaciones más famosas:
Guisadas (estilo español):
Cocidas lentamente con cebolla, ajo, laurel, pimentón y vino blanco.
La salsa suele espesarse con el propio colágeno de la carne.
A menudo se sirven con garbanzos o patatas.
A la andaluza:
Rebozadas y fritas, acompañadas de salsa de almendras o al ajillo.
En escabeche:
Cocidas y conservadas en vinagre, aceite y especias, ideales para tapas.
Estilo catalán ("Peus de porc"):
Guisadas con setas, butifarra o incluso con caracoles.
Características únicas:
✔ Textura gelatinosa (por su alto contenido en colágeno).
✔ Sabor intenso que absorbe bien especias y marinados.
✔ Versátiles: van desde platos populares hasta recetas gourmet.
Curiosidades:
En México, se usan para hacer tacos de manitas (en salsa verde o roja).
En Francia ("pieds de porc") se sirven a la mostaza o panizadas.
En Asia, se preparan al vapor con salsa de soja o agridulce.
Cómo servirlas:
En cazuela con su salsa espesa y pan para mojar.
Como tapa, frías en escabeche o calientes al ajillo.
Con legumbres (garbanzos, lentejas) para un plato contundente.
Un ejemplo de cocina sostenible, donde un corte humilde se transforma en un manjar.
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