Morcillas en Manteca es un plato tradicional de la cocina castellana, especialmente típico en zonas como Burgos y León. Consiste en morcillas de sangre y arroz (aunque también las hay de cebolla) conservadas o cocinadas en manteca de cerdo, lo que les da un sabor intenso y una textura cremosa.
Características:
Sabor: Potente, con el contraste entre el ahumado de la morcilla y la untuosidad de la manteca.
Textura: Jugosa por fuera y tierna por dentro, gracias a la cocción o conservación en grasa.
Cómo se sirve: Caliente, a menudo acompañada de pan rústico para untar o como tapa en pequeñas cazuelas de barro.
Es un manjar contundente y reconfortante, ideal para días fríos o como parte de una comida de matanza.
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